EL ESTADO FALLIDO Y EL ESTADO EFICAZ
CASO MEXICO
A MIS HERMANOS DE LA
UNIVERSIDAD ANAHUAC
NORTE, COMPLICES DE
ESTUDIO Y AVENTURA.
Estado Fallido.
La Fundación para
la Paz en Washington D.C., elabora anualmente un índice de estados fallidos en
base a indicadores económicos, políticos, sociales, etc..
El término de "Estado
fallido" nace tras la caída de las torres gemelas en Nueva York, el 11 de
septiembre de 2009, y la lucha contra el terrorismo que formalizó el concepto
de "guerra preventiva" y que no es más que una política emprendida
por los Estados Unidos en contra de Estados donde se presume la existencia de
organizaciones terroristas, pero es desde aquí que nace el concepto de
"Estado fallido" y que deriva en la gradualidad de estados débiles, estados en riesgo, estados colapsados y estados
fallidos.
J.J. Messner, co-director del Índice
de Estados Fallidos, sostiene que es “aquel
Estado que pierde control sobre su territorio, o pierde el monopolio del uso
legítimo de la fuerza física, o pierde legitimidad para tomar decisiones
colectivas, o esté inhabilitado para proveer servicios públicos básicos, o que
esté inhabilitado para interactuar, de pleno derecho, con otros miembros de la
comunidad internacional”. Estos Estados se caracterizan por tener
fracasos sociales, económicos, y/o políticos.
Un Estado fallido fracasa o es
incapaz de resolver sus problemas por sí mismo, llegando a requerir en
ocasiones la injerencia extranjera para salir adelante, pues el gobierno es
ineficiente para cumplir con las funciones básicas por las que se ha
configurado, sin articular los intereses de la población ni dar respuesta a sus
necesidades. Deja de cumplir con los requerimientos esenciales para el trabajo
estatal: un aparato burocrático apolítico que legitime la neutralidad de las
instituciones de gobierno y que mantenga el orden social (Chesterman S.).
Si asumimos una posición ortodoxa, y
nos casamos con la definición de Messner, la mayor parte de los países, en más
de una ocasión, se ha colocado en la vía de ser considerado estado fallido,
incluyendo a Estados Unidos de Norteamérica, e, incluso, Reino Unido.
Difícilmente pero no imposible, un
Estado pasa de la noche a la mañana a ser considerado fallido; generalmente
inician como débiles y en la medida en que se agudizan sus problemas llegan a
ser fallidos o a partir de un evento específico, se denominan como un Estado
colapsado (Rotberg). De ahí que existen síntomas medibles en indicadores que
alertan a las naciones sobre el riesgo de la ausencia o la debilidad en las
acciones o políticas que corrijan el rumbo y eviten el colapso del Estado en
fallido.
Altos índices de sustentabilidad en
la dirección del Estado es lo que ha llevado a países del cono sur como Chile y
Uruguay a ser considerados recientemente por el Fondo para la Paz en
Washington, D.C. dentro de los 30 países, de una lista de 177, con mayor
efectividad en sus políticas públicas dirigidas a satisfacer indicadores
básicos para el desarrollo de su sociedad, evitando la alerta de un Estado
fallido.
El Fondo publicó recientemente su
Índice de Estados Fallidos (FSI) 2014[1], exponiendo la situación
que guardan estos 177 países respecto a indicadores que se miden en escala del
1 al 10, (siendo 1 el más estable y 10 el de mayor riesgo de colapso y
violencia). Los índices se dividen en sociales, económicos y políticos, estos a
su vez se subdividen en 12 indicadores seguidos de 100 más.
México se encuentra en el apartado de
ALERTA MAXIMA (HIGH WARNING) de Estados en Riesgo, en la posición número 105,
con una calificación de 71.1, de una mínima de 120, en los indicadores antes
mencionados.
Estos indicadores que mide el índice
del Fondo para la Paz sobre Estados Fallidos[2] se dividen en cuatro
principales: 1.- Presión social, incluye el estudio del desplazamiento de
grupos (refugiados); los grupos de queja (violencia entre éstos, étnica,
religiosa, discriminación, etc.); el "vuelo humano", fuga de cerebros
y otros tipos de migración por falta de oportunidad y otras circunstancias. 2.-
El índice económico que se divide en el desarrollo desigual, la pobreza y el
deterioro económico. 3.- Indicadores políticos, y 4.- Indicadores militares,
que tocan lo concerniente a la legitimidad del Estado, servicios públicos,
derechos humanos, aparato de seguridad, las élites y sus divisiones y la
intervención externa.
En el índice, México bajó 11 puntos
comparativamente al año pasado en que obtuvimos, actualmente el 98. Los
indicadores en esta ocasión nos otorgan notas negativas arriba de 6, en Pobreza
y Deterioro Económico (7.5); Legitimidad del Estado (6.6); Aparato de Seguridad
(7.7); Derechos Humanos (6.2); Intervención Externa (6.4); siendo catalogados
como un Estado bajo advertencia tal
y como se encuentran países como Guatemala, China, India, Turquía y Serbia
entre muchos más.
Si las notas aumentan hacia el 10
seremos considerados en una postura de alerta donde
están países como Somalia, el Congo, Afganistán, Haití e Iraq entre otros. Si
seguimos descendiendo en los indicadores, ascenderemos en el listado de países
y pasaremos a moderados donde podemos citar
algunos como Kuwait, Costa Rica, Emiratos Árabes, Italia, Chile y Uruguay. La
meta aunque suene a quimera, sería quedar entre los Estados denominados
como sustentables como Australia, Irlanda, Noruega,
Suiza, y el número 177 Finlandia con indicadores entre 1 y 2.9.
Los
indicadores interactúan y se afectan unos con otros, no corregir el rumbo de
uno impacta a la larga en los otros, debilitando a los estados y a sus
sociedades. La política debe ser instrumento, no obstáculo y como podemos
observar,. estos indicadores contemplan todos aquellos aspectos que tienen que
ver con el desarrollo, independencia y estabilidad de un país, sin embargo, su
medición deja mucho a la imaginación la manera en la que se perciben o
califican algunas características.
En el caso del Estado Mexicano, la
calificación disminuyó sensiblemente por el caso Tlatlaya y Ayontzinapa, pues
aunque a ambos se pretenden matizar por las redes sociales y por manejo
mediático como crímenes de Estado, para mi solo el primero pudiese ser
susceptible de ser tachado así, sin embargo, los responsables están siendo
procesados y enjuiciados sin protección estatal por lo que no podríamos darle
tal denominación.
Estado Eficaz.-
El Estado Eficaz es la utopía, en la cual
la eficacia de los Derechos Fundamentales se presenta tanto de forma vertical,
como horizontal.
Un Estado es eficaz cuando sigue una
línea antropocéntrica, tanto en sus orígenes, como en sus medios y sus fines, a
través de una combinación de políticas acertadas e instituciones estatales más
capaces con funcionarios públicos capacitados, lo cual permitirá un desarrollo
más acelerado y mejor encausado hacia el bien público temporal.
El estado deja de ser una obstáculo a
superar en el ejercicio de los derechos fundamentales (base del concepto de
derecho público subjetivo) y se convierte en su promotor, partiendo de la
premisa de que la concentración de la riqueza y avance tecnológico no sujetos a
reglas, pueden conculcar derechos fundamentales.
El estado eficaz parte de un amplio
pacto social que atiende necesidades de grandes sectores sociales, proliferando
los servicios de salud vivienda y educación teniendo las características
siguientes, mismas que se citan de manera enunciativa y no limitativa, son las
siguientes:
·
Institucionaliza las vías reformistas,
en sustitución de las vías revolucionarias
·
Posibilita un marco de crecimiento
continuo, sostenible y equilibrado
·
Establece un régimen fiscal
distributivo
·
Genera un sector público confiable y
basado en la productividad
·
Privilegia la rendición de cuentas
·
Pugna por un concepto de administración
pública basado en la meritocracia, basado en normas estrictas de ocupación y
acenso jerárquico
Dichos criterios se obtienen en base a
indicadores y medidores tomados de gobiernos avanzados y de tradición
democrática y participativa, y cuya población goza de altos estándares en
calidad de vida, relacionada con la prestación de servicios, condiciones
laborales, respeto y promoción de derechos fundamentales, control público de
los órganos estatales, amplia participación de las organizaciones de la
sociedad civil, sustitución regulada de actividades y funciones estatales,
participación ciudadana en decisiones políticas fundamentales, alta
satisfacción ciudadana por las políticas estatales, libertad de expresión,
etc.
CONCLUSIONES.-
El Estado Mexicano no es un estado
fallido, lo cual me permito aseverar de manera categórica, en base a los
criterios mencionados en este cuerpo, a saber:
Cumple con el mínimo de bienestar a la
mayoría de la población, aunque en diferente intensidad y calidad, los
indicadores internacionales para la medición de un estado fallido, dan como
resultado una alerta máxima, y ello, empero, es en gran parte por los hechos de
tlatlaya y ayontzinapa, no hay ausencia de autoridad en gran parte del
territorio nacional, solo en pequeñas poblaciones dominadas por la delincuencia
organizada y que de alguna manera ya están siendo sujetas al ejercicio público
del poder.
Por otra parte se está privilegiando la
participación ciudadana, no solo a través de la consulta pública, sino a través
de la participación de las organizaciones de la sociedad civil, que en la
mayoría de las ocasiones suple de manera legítima algunas funciones del Estado.
Así mismo se da especial énfasis a la rendición de cuentas y al establecimiento
de límites presupuestales estrictos.
Tampoco podemos soslayar el caos social
que de manera vertiginosa ha permeado a la sociedad mexicana, sin embargo, las
acciones del gobierno están presentes, de manera perenne, y es por ello que al
estado mexicano no lo pueden calificar como fallido.
FUENTES
[1] http://library.fundforpeace.org/library/cfsir1423-fragilestatesindex2014-06d.pdf
[2] http://ffp.statesindex.org/methodology
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